viernes, 13 de julio de 2012

Pascua Lama amenaza un recurso muy importante: el Agua

Una explotación minera requiere del uso de gran cantidad de agua, lo que conlleva a sequías en muchas comunidades locales. Desde que Barrick ha explotado las minas el nivel de agua ha disminuido de 20 metros a 50 metros bajo el nivel del suelo.
Lo que es intolerable es que la mina tiene permiso para poder gastar unos 3650 millones de litros de agua durante los próximos 13 años, lo que desencadenará a una sequía absoluta de la zona y una pobreza biológica y paisajística.
En lo que lleva de excavación, Barrick ha perturbado 25.5 hectáreas de tres glaciares y ha pedido que se caven túneles por debajo, lo que agravará el impacto. Por el consecuente derretimiento de los glaciares, Barrick ha propuesto extraer agua de los ríos Estrecho y Toro para poder poner en funcionamiento su mina y sus fábricas. Se ha estimado que se extraerían unos 42 litros de agua por segundo de ambos ríos.

Por otra parte, la minería a cielo abierto genera gran cantidad de desperdicios (unas 79 toneladas de desperdicio por onza de oro). El proceso que utilizan es triturar la mena y exponerla al cianuro para extraer el oro. Los sulfuros que se hayan en las rocas trituradas interactúan con el aire y el agua para producir ácido sulfúrico, que a su vez produce drenaje de ácidos mineros. Este drenaje de ácidos mineros es muy dañino para los ecosistemas porque vuelve al agua demasiado ácida para ser sustento de vida. Además, el ácido sulfúrico del drenaje de ácidos mineros filtra de los desperdicios otras sustancias como arsénico, cadmio, plomo y mercurio, que pueden tener efectos desastrosos sobre la salud y contaminan el aire y el agua.
Estos metales son tóxicos y se acumulan en el aire, suelo, plantas, animales terrestres, en el agua, animales acuáticos, etc. Presenta efectos tóxicos sobre los seres vivos ya que no se degradan, son reactivos, solubles y ubicuos, la eliminación y /o metabolización en los organismos vivos es muy lenta. Puede presentar una toxicidad aguda o crónica:

  • Aguda: con cuadros clínicos muy graves (digestivos, cardiovasculares, neurológicos y hepatorrenales) y fiebre de los metales (medio laboral).
  • Crónica: Afectaciones multisistemáticas como el cáncer ( en el Grupo I engloban al arsénico, Cadmio, Cromo IV y Níquel).
La dispersión del plomo en el medio ambiente es la siguiente:

Los efectos tóxicos del plomo son:
  • Plantas: inhibe la germinación de las semillas (cebada) por inhibición división celular y del transporte de electrones en mitocondria. También afecta a la cadena alimentaria de animales y hombres.
  • Animales: Los organismos acuáticos acumulan el Plomo en sus órganos y las aves acumulan el Plomo en los huesos y tejidos blandos. Esta acumulación de Plomo le puede provocar la paralización de la molleja y muerte por inanición. 
  • Hombre: Intoxicación aguda por elevadas dosis de Plomo, conocido como el Saturnismo (estupor, convulsiones, parálisis, etc.). También puede producir efectos hematológicos (anemia e inhibición de síntesis de hemoglobina). Además, afecta al Sistema Nervioso Central produciendo desórdenes neurológicos. El plomo es un posible carcinógeno (grupo 2B) sin evidencia en humanos.
El ciclo biogeoquímico del mercurio es el siguiente:

La emisión y exposición del mercurio es:

Los efectos tóxicos del mercurio dependerán de la especie química (Hg, MeHg, etc.). La toxicidad es diversa:
  • Plantas: Alteración de la germinación (perturbación mitótica)
  • Animales: Hay una biomagnificación en los ecosistemas acuáticos (algas, atún, pez espada, aves, etc.) y depende del tiempo de exposición, edad y de la temperatura. En las algas se reduce la eficiencia fotosintética.
  • Hombre: Obtiene la principal vía de metilmercurio a partir de la dieta de pescado y marisco. También puede obtenerlo en su vida laboral (por inhalación de vapores de Hg que produce efectos en el cerebro y en la coordinación). Los síntomas que se producen son afasia, ataxia, convulsiones y muerte. En dosis agudas de mercurio los órganos diana son el riñon, el corazón y el aparato digestivo. Puede producir la enferemedad de Minamata.
En los años 50-60 la empresa Chisso descargó en la Bahía de Minamata, grandes cantidades de residuos con mercurio. Hubieron 3000 muertos y más de 10000 enfermos. Esta fue una de las contaminaciones medioambientales más importantes del Siglo XX. 
En la mina Marigold de barrick es donde se ha medido una mayor concentración de mercurio en el aire (3120 ng/m3).

El cadmio se dispersa en el medio ambiente de la siguiente forma:
El cadmio se bioacumula en los organismos terrestres (hígado y riñón), acuáticos (hígado y moluscos) y en el suelo (cereales y tabaco). 
El cadmio en las plantas se bioacumula dependiendo del pH del suelo, de la especie y de la variedad. Provoca atrofia, clorosis, disminuye la fotosíntesis, marchitamiento y necrosis. Además, inhibe la germinación y disminuye el desarrollo y longitud radicular.
Produce la enfermedad itai-itai, que se dió en Japón en los años 1930-1940 por el consumo de arroz y agua contaminada con Cadmio. Esta enfermedad provoca una deformación ósea muy dolorosa y lesiones renales crónicas. También irrita las vías respiratorias provocando tos, disnea, neumonitis y edema agudo pulmonar.
Afecta también al aparato digestivo produciendo alteraciones gastrointestinales, alteraciones de la función renal, fallo hepático, anemia, hipertensión, cáncer de próstata y pulmón. 

El arsénico en elevadas concentraciones afecta al suelo y a las plantas. En los ecosistemas acuáticos el arsénico inorgánico altera el material genético de los peces y se bioconcentra en las especies inferiores de la cadena trófica (algas, invertebrados) pero no en vertebrados (peces y aves).
Provoca alteraciones digestivas y dérmicas, lesiones cardiovasculares, hepáticas y neurológicas. También puede producir cáncer.